domingo, 20 de enero de 2008

...UN VASO ROJO,

una botella verde


y una gatita, a su bola, como siempre...



... no exigimos al sol que no caliente,
como tampoco a la luz que no ilumine.
¿Evitar que el viento fluya libre?.
¿podríamos?.
Entonces,
dejemos de ver, miremos.
Inmersas en cada segundo,
vuelan mil historias,
cogedlas,
sólo es cuestión de deseo...
de mirar atraves de un vaso rojo,
de como la luz acaricia la botella,
de no querer que mi gatita,
vuele como los pájaros...


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