domingo, 30 de marzo de 2008

...VUELVO

Sin explicaciones, como si nunca hubiera marchado. Vengo de la nada, con el deseo de llenarme de todo; sin explicaciones, como si nunca hubiera estado.



Todas las mañanas

Seguid mirando entre vuestros pies,
más allá del negro y abrasador asfalto,
así acabaréis creyendo,
que todas las mañanas serán iguales.



No,
pues hay mañanas,
donde el cielo se vestirá de malva,
y otras de mil tonos ocres.
Que alguna veréis,
donde una nube blanca
osará cruzar el inmenso azul,
reflejo del deseo,
y en otras, oscuras tormentas,
señal del hastío que ha de venir.
Un mañana,
una suave brisa os hablará
de secretos acaecidos en la noche,
y otra,
un vendaval os recordará,
el poder de madre.
Una mañana,
el silencio nos hará comprender.