jueves, 5 de junio de 2008

...HACIA EL ROCIO

Para los rocieros...


...hacia el Rocío...

Ya no escucho aquel tocotoc, tocotoc de los antiguos trenes,
sólo el lejano silbido del viento.
Mi cuerpo ya no se mece descontrolado,
como una barca en medio de la tormenta,
no.
Voy a trescientos sobre la vida,
y mi corazón late tranquilo.
Voy hacia el Rocío,
a conocer a la Blanca paloma.
A través del cristal, un lejano y solitario árbol veo,
pero un reflejo se interpone,
es mi recuerdo.


Tengo hambre,
de vida, y sólo sé, que como este tren,
hay una última estación,
a diferencia de este,
no sé ni donde está ni cuando llegaré...

Entre tanto, como...




¿suculento?, no sé,
supongo que todo depende de como se mire,
¿o la vida no es igual?.

Ante preguntas tan trascendentales,
mis neuronas se vuelven locas.
Suerte de los colegas,
uno de ellos, indaga en busca de la respuesta,
a saber...


... creemos haber encontrado la respuesta...


... en fin, esto es todo lo que se nos ocurrió,
esperar a que se abriera la puerta...



1 comentario:

  1. ¿Abiertos a la imaginación?
    Yo diría que últimamente estoy espatarrado, abierto de piernas,
    soy una puta de la imaginación.
    ¿Porque será que cuando estas
    con una empanada sentimental, y cerebral, la creación se espatarra?.

    Bon viatge a Madrid.
    Good fotos

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